El triunfo del argentino Luis de Mattia en el programa de Figuras Obligatorias de la categoría mayores varones en el LIX Campeonato mundial de patinaje artístico, fue el justo premio a una carrera llena de talento, resultados positivos pero también de muchas adversidades y sed de triunfo, pues luego de 19 campeonatos mundiales en los cuales ha participado, por fin llegó el tan anhelado metal dorado.

Su carrera en las citas mundialistas comenzó justamente en Colombia, cuando se realizó en 1995 el primer campeonato del mundo categoría juvenil, en el Centro de Ferias y Exposiciones Cenfer, en límites entre Bucaramanga y el municipio turístico de Girón, en uno de los primeros retos afrontados por la Federación Colombiana de Patinaje.

Para el patinador gaucho esos recuerdos estarán siempre en la parte más fresca de su memoria. “Comencé justo en el año ’95 y sólo he faltado a un mundial desde entonces, precisamente en el ’97 aquí en Reus cuando no pude clasificar; desde el 2000 estoy en la categoría mayores y he estado siempre en los campeonatos del mundo”, dice el sureño.
De Mattias se ha convertido casi que un ícono del patinaje albiceleste, uno de los más importantes del mundo, cargado de historia, medallas, récords y presentaciones magistrales. Este campeón lleva un pedazo de nuestro país en su dilatada carrera, pues en suelo cafetero comenzó a labrar una fabulosa gesta deportiva que hoy, luego de 19 años, llega a su culmen.